La memoria ancestral nos recuerda que la soberbia de los hombres era castigada e infligida por los dioses mediante la Némesis. En un mundo donde destruimos la tierra y la naturaleza, sólo proliferan ratas, insectos, cadáveres, calaveras y virus. Las especies contaminadas emergen sin control. Son las raíces envenenadas, las semillas del mal en forma de castigo que como venganza la diosa Némesis impone su justicia.
